Sagitario es el tercer signo de fuego y en consecuencia la culminación de este elemento asociado a la intuición. El signo del arquero y la flecha nos habla del sentido de la vida, de nuestra visión del mundo, del inicio del camino trascendente. Pero esa flecha no llega a ninguna parte ya que el sentido está en el viaje no en el punto de llegada, es por ello que tiene que ver con la comprensión del experimentar la vida.
El fuego Sagitariano está asociado a la alegría de vivir y a la sensación de libertad y abundancia. En Leo vimos la auto-conciencia de ser un individuo separado del resto con nuestras propias particularidades y los propios dones que ofrecer al mundo pero la energía seguía muy ensimismada. En Sagitario nos encontramos con una expansión de nuestra consciencia, un signo que nos pide hacer síntesis de lo aprendido anteriormente y comprender el sentido profundo más allá del ego y de lo conocido.
SAGITARIO ASOCIADO CON LA FILOSOFÍA Y EL SENTIDO DE LA VIDA.
Para este signo hay algo más allá de lo que podemos percibir con nuestros sentidos, es por ello que la religión y la filosofía están asociadas. Manifestando la energía de forma involutiva podemos encontrarnos con personas que quieren fijar y poseer ese conocimiento siendo así personas muy dogmáticas y enfrascadas en sus ideas. Enarbolando la bandera del conocimiento adquirido quieren convencer al resto de que su verdad es la única verdad. Lo que deberán comprender es que el símbolo de la flecha está en acción y constante movimiento, que la verdad va cambiando con el tiempo acompañándonos a través de nuestra evolución. Es por ello que quedarse cristalizado en sus propias ideas no le va a permitir descubrir nuevas y resignificar las viejas.
NEGACION En la persona sagitariana puede haber una sensación tal de confianza en la vida que está la creencia de que no hay problema que no se vaya a solucionar. Muchas veces esto puede traducirse en una evasión de la realidad y en una marcada negación, quedando en un lugar muy aniñado y rodeándose de personas que solucionan sus problemas.
Aquellos que han tenido que afrontar el sufrimiento y que han pasado por él destellan una luz particular. Han conseguido la verdadera sabiduría. El sufrimiento los ha ablandado y los ha iniciado en los más insondables misterios... Ellos irradian algo más importante que una riqueza externa. La riqueza interior que resplandece en ellos supera con creces la que dejaban vislumbrar antes de haber pasado por el sufrimiento.
De Anselm Grün en "Luchar y amar"
CRISIS COMO OPORTUNIDAD Es por ello contacto con el dolor y la frustración será algo que tenderá a querer retrasar y evitar no haciendo contacto con su verdadero aprendizaje: transitando el dolor, sintiéndolo y entendiendo el porqué de la situación se abre la oportunidad de trascenderlo. Cuando hablamos de trascender, justamente hablamos de incorporar y sintetizar esa información siguiendo el movimiento de la vida. Aprovechar la oportunidad que representa la crisis y entender su sentido. Es por ello que la imagen del Ave Fénix simboliza y representa el paso de Escorpio a Sagitario.
El principio subyacente de cualquier movimiento o expresión de este signo será el de la comprensión de esa idea. Podemos encontrarnos con personas con fuerte carga de este signo donde sus ideales , sus valores, sus principios, su sentimiento religioso sea el motor de cualquier parcela de su vida... porque es desde esa necesidad de comprensión y síntesis del mundo como ordena su propia realidad.
Su exceso de confianza también puede manifestarse en personas con un ego muy enaltecido, que se crean superiores al resto o que quieran abarcar más de lo que pueden. Como en todo signo de fuego, sus excesos se encontrarán con limitaciones en el mundo dual terrenal y sentirán que tales situaciones, personas... refrenan su libertad individual. Son este tipo de situaciones las que más aprendizaje les pueden aportar.
“No hay un lugar definitivo, no hay un objetivo último en nuestra vida. El placer y la satisfacción de deseos personales no son la medida de lo auténtico, ni el dolor y la frustración, una falla o un castigo. La gracia y la desgracia, lo “bueno” y lo “malo”, son partes de un mismo juego, y la vida circula y fluye sin detenerse en ninguna posición fija. El destino incluye ambas dimensiones, sin juicio o valoración moral. (...) hasta ahora había identificado la fortuna con obtención de logros personales y lo “infortunado” con la frustración o pérdida de aquello que se desea. Ahora, la conciencia comienza a ser receptiva a otra perspectiva de la propia vida y del mundo; y desde ese otro punto de percepción (universal e integral) la valoración moral (individual y fragmentaria) se desvanece, pierde su carácter absoluto. Tal proceso representa un momento propicio para el despertar del alma, esto es, despertar a una conciencia más allá de la personalidad.”
Fragmento de Tarot y Astrología de Beatriz Leveratto y Alejandro Lodi (relacionando el aprendizaje de Júpiter con la rueda de la fortuna)
Ruth Pallejà Lozano
(Psico-astróloga, Terapeuta Floral y Coach)
Docente en la Escuela de RED HOLISTICA
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