Llegamos al último signo del mandala zodiacal. Piscis es el tercer signo de la trinidad de agua y nos habla de la disolución, de la muerte, de la trascendencia.
Es donde nace y termina todo, por ello es que nos puede remitir tanto a la fase pre-natal como a la muerte.
En Piscis termina un ciclo y al mismo tiempo que es un fin, es un inicio (muerte-vida-muerte-vida....) es así como la concepción astrológica del tiempo no es lineal, sino cíclica. La energía de Piscis nos habla de la unión con el todo, de la espiritualidad, del mundo que trasciende lo carnal, de la entrega y del desapego total del ego.
La energía nace en Aries, culmina en Capricornio y es en Piscis donde se diluye completamente para dejar espacio a una nueva energía que cobrará forma.
En Acuario habíamos comprendido que somos individuos separados pero afines y comunes al resto de la humanidad, se nos reveló una fraternidad universal. Piscis va un paso más allá y es consciente que en realidad todos somos uno. Nos enseña a disolver los límites, las estructuras, las formas para conectar con lo más esencial: con lo eterno.
Es un signo difícil de entender porque es un signo que desafía toda lógica y que pertenece al plano de lo sutil. En él terminan las dualidades, los individuos separados y todo se diluye.
RESPUESTA PSICOLÓGICA PISCIS
PAZ Y AMOR
Por un lado podemos encontrar a personas de Piscis con una hiper-sensibilidad altamente perceptible, que se preocupan por los demás, son cariñosas, dulces, etc. Son personas muy susceptibles y fáciles de herir. Muchas de ellas, ante estas heridas, tienden a alejarse o encerrarse en su burbuja donde pueden abrigarse en su mundo ideal. Son personas fantasiosas, con un anhelo de paz y amor constante y ante este idealismo la realidad puede resultarles constantemente frustrante.
En ellas observamos una gran conexión empática y una gran percepción -y sorteando y entendiendo las diferentes frustraciones que la vida conlleva- podemos encontrar a personas que dedican su vida a acompañar a los otros, con un gran compromiso social y humanitario y que ponen todos sus esfuerzos en crear un mundo mejor. En el mejor de lo casos pueden llevar su acción en pos de estos deseos -de ayudar y hacer de éste un mundo mejor- pero en muchos casos les cuesta conectar con su capacidad de accionar hacia esos objetivos. Es mucho lo que consideran que no anda bien, que duele, que es frustrante... la vida no se parece en nada a aquello que desearían y les resulta incluso -en muchas ocasiones- atemorizante. Es por ello que -en estos casos- no toman la determinación de hacer algo para aportar su granito de arena y poder cambiar en algún punto el estado de las cosas. En consecuencia puede aparecer una gran desesperanza, derrotismo y victimismo.
“Esta energía es de un grado de sutileza máxima. Por eso, uno inmediatamente se da cuenta de cuán difícil va a ser organizarse psicológicamente si hay un exceso de energía pisciana: ¿cómo organizo un yo discriminado e independiente si tengo una energía que por su propia naturaleza no se discrimina ni independiza, sino que por el contrario, se identifica?" Eugenio Carutti
INDISCRIMINACIÓN
Piscis, al ser una energía que no tiene borde conlleva que la persona le cueste mucho su independencia, poner límites, organizarse autónomamente. Ante su gran sensibilidad todo aquello que ve en el afuera, lo percibe en su adentro -no hay capacidad de exclusión, de discrimminar, de diferenciar- y por lo tanto le cuesta delimitar qué de lo que sucede en lo externo tiene que ver con ella y qué no. Esta porosidad de lo externo puede acarrearle un desborde emocional y en algunos casos esto lleva a la persona a recluirse del mundo externo para salvaguardarse y no exponerse.
Ante una energía tan alejada de los preconceptos con los que se estructura nuestra cultura y sociedad y con tan poco entendimiento de ella, la energía de Piscis es una energía que puede crearle resistencia a nuestro psiquismo. Al ser una energía extremadamente vulnerable y empática con el sentir del resto, le cuesta diferenciarse, saber qué quiere, poner límites, autoafirmarse. En esta disolución y falta de borde energética la persona puede fundirse y confundirse con el otro y con el entorno. El mundo terrenal le puede parecer un desafío demasiado arduo, y es así como siente mucha hostilidad.
POLARIZACIÓN
Ante esta dolorosa hostilidad la persona de Piscis -o con gran carga de este signo en su carta- puede resistirse
y activar un mecanismo de defensa que llamamos polarización. Es así como actúa de manera totalmente opuesta y se nos aparece como una persona hiperracional, fría, escéptica, rechazando el contacto emocional, etc . De esta manera fomenta su costado lógico-racional -hermiferio izquierdo- y cierra y reprime su porosidad emocional y la percepción sutil -hemisferio derecho-.
Será importante que la persona -por un lado- pueda ver y entender que su sensibilidad le permite ponerse en contacto con las necesidades ajenas pudiendo ayudar cuando sea necesario y así contribuir desde sus capacidades a construir el mundo que desea pero que también pueda ponerse en contacto con sus limitaciones y con las de su entorno.
Será clave entonces discernir qué puede dar y qué no, conectar con su deseo propio, entender cómo crear límites sanos y dar rienda suelta a su creatividad para canalizar aquello que percibe y poder expresarlo.
ARTÍCULOS RELACIONADOS:
Astrología y Flores de Bach PISCIS-ROCK ROSE
-
::::::::::::::::::::
Ruth Pallejà Lozano (Psico-astróloga, Terapeuta Floral y Coach con PNL)
Docente en RED HOLÍSTICA (Escuela de astrología) www.red-holistica.com
Miembro de RED DE TERAPEUTAS HOLISTICAS
Comments