27 de Julio de 2018
El Sol llegó hace unos días a su signo, Leo. Desde el trono, ese lugar privilegiado, irradia su luz. Es Rey, su arquetipo por excelencia. Cuando su liderazgo es creado desde la autenticidad, la verdadera entrega, desde el corazón (órgano al que rige) cumple su misión y su servicio al resto, tiene la capacidad de entusiasmar y organizar con su carisma y su vitalidad.
Pero... todos conocemos historias de reyes, y no todas muestran esta cara, también conocemos a tiranos encoronados aferrados a sus cetros. Atrapados por una majestuosa autoimagen que temen perder, encarnan al soberbio que pretende el reconocimiento continuo, el aplauso, la reverencia.. quedan absolutamente atrapados por su pueblo, por la mirada del otro, por la aprobación constante ¿es en verdad libre este Rey o es preso de esa imagen?
Hoy nos espera un eclipse de luna, total... La luz que el sol irradia a la luna se verá tapada, anulada por la sombra de la tierra. Por casi dos horas nuestro centro de luz se queda sin espejo ofreciéndonos encontrarnos a oscuras, solos.
Se nos presenta la oportunidad de reflexionar y cuestionar la imagen que tenemos sobre nosotros mismos. Acuario el signo donde se encuentra la luna hoy, en oposición al sol, invita a que seamos auténticos, que no le temamos a lo nuevo, a lo que no conocemos, que saltemos al vacío.
La revolución llega a palacio con gritos de Libertad, para todos por igual pero discriminándonos, singularizándonos. El camino no es fácil y tampoco arranca ahora. Atravesar la trampa de crear una imagen quedando atrapados en ella, es, casi inevitable, en ciertas etapas de nuestra vida necesario. Intentar ocultar aquellas partes de mí que no son del gusto de nuestro entorno creando máscaras, un acto reflejo. Sentir miedo, vulnerabilidad, paralizarnos, humano...
Pero hay decisiones que debemos tomar. Y el bufón del reino (Acuario, el loco) es el único que nos dice las verdades que no queremos escuchar.
Como relata Galeano en su cuento El mundo:
"Somos un mar de fueguitos.- El mundo es eso - reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con la luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales” y desde ahí, desde esa autenticidad brillaremos con los demás guiando y ofreciendo al mundo lo mejor de nosotros mismos. Ese es el desafío, el genuino camino de la maduración, un compromiso real con las huellas de mis pasos. "
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