“Yo no sé cómo puedo concebir lo bueno, si elimino los placeres del gusto, y elimino los placeres del amor, y elimino los placeres del oído, y elimino las emociones placenteras causadas por la visión de una hermosa forma” Epicuro
Tras el inicio impestuoso de Aries lleno de energía y rapidez llega el momento de la desaceleración y el aquietamiento de Tauro.
Tauro es un signo del elemento de tierra (lento, material y concreto) y de la modalidad fija (retiene, guarda, se fija y le cuesta moldearse) Es por ello que está asociado a los ritmos pausados, a la materia, al peso y la forma y en consecuencia relacionado con el cuerpo. Ésta, es una energía muy pasiva que tiende a la inercia y para la cual los cambios o imprevistos pueden ser la mayor de sus pesadillas.
TENDENCIA A ACUMULAR
El signo del toro nos habla de las necesidades del cuerpo y en un primer momento tiende a acumular recursos y materia como sinónimo de estar a salvo.
“Soy lo que tengo” es la frase taurina por excelencia y lo que tiene -para Tauro- es lo que le da seguridad e identidad. Esta tendencia a acumular puede acarrearle una incapacidad para soltar y esto puede verse traducido también en sus relaciones donde puede dominar la posesividad.
Si logra trascender el apego, desplegar su energía evolutivamente y traspasar el umbral del miedo a la pérdida, la energía taurina logrará disfrutar de esos recursos, de aquello que tiene. Esto será sinónimo de solidez, de capacidad de generar recursos y poder disfrutarlos.
Este signo también está asociado al sexo. La sexualidad taurina es muy diferente a la sexualidad del signo de Aries ya que no tiene que ver con el impulso sexual sino que tiene que ver con el placer que genera el contacto físico a través de los sentidos, el cuerpo, las emociones sensoriales. Es por ello que es un signo más sensual que sexual.
También es una energía que nos habla de encontrar el placer a través de la conexión con el contacto con la naturaleza, con la contemplación de ella, disfrutando así plenamente del momento presente a través de los sentidos.
Al ser un signo del elemento de tierra a Tauro también le va a gustar sentir seguridad -más allá de la material- para sentir que tiene estabilidad y que puede proyectar. Una persona con gran carga de este signo puede ser muy metódica y rutinaria, haciendo siempre lo mismo, yendo siempre a los mismos negocios, a los mismos lugares de vacaciones, las mismas actividades... repetir le da sensación de seguridad.
Por otra parte, a la energía de Tauro le cuesta arrancar o tomar la iniciativa, debe estar muy seguro de convenirle la recompensa pero una vez fijado su objetivo cuando empieza su andanza ,es arrollador, llevando hasta las últimas consecuencias su cometido.
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