top of page

El ego y la falsa "responsabilidad" como distanciamiento de nuestra alma


La palabra “ego” y lo que consideramos comúnmente como “yo” es básicamente lo mismo. Cuando decimos por ejemplo "Yo soy abogado..." o "Yo soy francesa..." o cuando hablamos sobre características de nosotros mismos solemos hablar desde nuestro ego y sobre nuestro ego. El ego o ese falso “yo” que nombramos nos está hablando de aquella identificación y/o máscara que fui forjándome de mí mismo con tal de pertenecer. Este falso concepto de identidad irá tomando cada vez más forma condicionado por el contexto social, los valores culturales, las creencias familiares... muchas veces cada vez creándonos más barreras y separándonos vez más de nuestra esencia.

Es por ello que en cierto momento de nuestro camino es necesario desandar el recorrido y volver hacia la senda de nuestro ser más real y completo, nuestro YO con mayúsculas.

Para ello deberemos revisar conscientemente nuestras conductas y creencias con tal de cuestionar esa información y encontrar respuestas que nos resulten más propias. Una de esas posibles identificaciones o máscaras que hemos podido adoptar es aquella en la que hemos construido una identidad “responsable y madura” malentendiendo tales conceptos y actuando desde preceptos caducos. A este tipo de actitudes las podríamos llamar como FALSA RESPONSABILIDAD.


situaciones que nos crean estrés, obligaciones, coaching con PNL, cambio de creencias

El concepto de responsabilidad sostenido en nuestra cultura es una de las característica más funcionales y adaptativas a los sistemas en los que estamos inmersos (familia, trabajo, sociedad...) Solemos asociar responsabilidad con términos como “tengo que...”, “debo...” expresiones propias de obligatoriedad. Se presupone que según nuestra edad y/o sexo en función de nuestro contexto cultural “tenemos que” ser fieles a ciertos mandatos, ocupar nuestro tiempo en determinadas actividades, llevar a cabo ciertas tareas... Es así como en el caso de no coincidir con estas obligaciones impuestas se nos puede tachar de irresponsables, inmaduros e incluso locos. Esa carga que suponen esas obligaciones pueden alejarnos de nuestra verdadera esencia, de nuestros dones y talentos invirtiendo nuestro tiempo en satisfacer necesidades de otros o contribuyendo a mantener preceptos obsoletos. También aprisionados en esta “falsa responsabilidad” podemos privarnos o boicotearnos de valiosos momentos de conexión verdadera con nuestros anhelos, de momentos de descanso, relajación, de encuentro con los otros, de tiempo a actividades creativas y recreativas... creyendo falsamente estar “perdiendo el tiempo” por no ser lo suficientemente productivos. Esta falsa máscara también puede estar escondiendo una estrategia inconsciente surgida del miedo de hacerme cargo de mi persona, de lo que mi ser real necesita para aprender y evolucionar, de los desafíos personales que se me presentan en la vida. Y es de esta forma que nos “ocupamos” de los asuntos de los demás, o nos abocamos al trabajo y nos olvidamos de nosotros mismos.

LA VERDADERA RESPONSABILIDAD

no debería estar asociada con una imposición sino con una manera natural de ser. A través del profundo y verdadero contacto conmigo misma y el compromiso intrínseco que deviene de honrar la vida y mi persona contribuiré de forma más auténtica a aquellos con los que convivo. Ruth Pallejà Lozano

(Coach con PNL, Psico-astróloga y Terapeuta Floral )







bottom of page