Los eventos astrológicos nos permiten reflexionar y poner el foco a temáticas específicas que forman parte de nuestro ser. Especialmente en los eclipses de sol, la propuesta es que podamos observar aquello que está oculto dentro de nosotros, que no vemos a simple vista, que tapamos con nuestra actividad del día a día. En este momento astrológico el cosmos nos invita a hacer una gran apuesta en post de la instrospección y la transformación a través de la asunción y responsabilidad de nuestras emociones y la observación de nuestro mundo afectivo.
En la noche del 12 al 13 de Julio tendremos una Luna nueva en el signo de cáncer, ocultando parcialmente al sol, y esto nos habla de un nuevo ciclo relacionado con lo emocional, la nutrición, la protección, la pertenencia. Quizás sea hora de encontrar nuevas formas de habitarnos, de sentirnos protegidos, como en casa.
La luna viene a abrazar al sol invitándolo a recorrer el camino final del signo de cáncer en el que le pide que conecte con sus emociones, con su necesidad de afecto, sus relaciones familiares, su vulnerabilidad. Es un buen momento para conectar con nuestras raíces observando nuestro árbol genealógico e incorporándolo a nuestra identidad. Deshacernos de la identificación infantil para hacernos cargo de nuestro ser, arropándolo y sin olvidar nuestros orígenes.
En el cielo se dibujan además dos grandes trígonos (uno de agua y otro de tierra) que nos facilitan a hacernos responsables de aquello que sentimos, a encontrar formas, contextos, estructuras donde profesarnos el cuidado que necesitamos y también el que precisamos dar. Otro aspecto muy importante es que Plutón les estará haciendo una oposición partil a la Luna y al Sol. A Plútón (dios del inframundo y planeta de la muerte y la transformación) no le gustan las medias tintas, es una energía extremadamente potente, intensa y aunque puede sacudirnos a través de grandes crisis, esto es en post de la depuración, de la eliminiación de aquello que está trabando nuestra evolución. Así que la propuesta es también conectar y reflexionar sobre aquello que no nos aporta, los falsos cuidados que me proveo, los vínculos que no nos ayudan a estar mejor con nosotros mismos o en los que nos sentimos en falta, las actitudes hacia mí o hacia los otros que no construyen.
Otro dato más es que Marte -el planeta de la acción- está retrogradando y mal aspectado así que aunque las lunas nuevas proponen un inicio, un arranque, este nuevo ciclo se debe emprender de manera contemplativa y reflexiva, plantando la semilla y elaborando un plan de acción para poder llevarlo a cabo en los próximos meses. Para ayudar a ello puedo hacerme las siguientes preguntas: ¿En qué lugares me siento protegido? ¿Cómo me alimento? ¿Dónde o con quienes siento familiaridad, pertenencia? ¿Qué vínculos me nutren? ¿Hay toxicidad en alguno de ellos? ¿Conecto con mis emociones? ¿Les doy lugar? ¿Las expreso? ¿Con qué emociones me siento más incómodo? …
Ruth Pallejà Lozano
Consultas astrológicas presenciales en Barcelona, Bilbao o vía Skype
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